Un catálogo de productos puede ser más simple o más complejo. Los hay extensos en páginas y en cantidad de productos, con frecuencia semanal o quincenal con fotos de producto, descripción, precio, descuentos y promociones varias, además logos de marcas.
Muchos catálogos tienen ediciones en varios idiomas o versiones distintas por cambios de precios según las zonas y la incidencia de la logística en el precio. En este grupo podemos reunir a los catálogos de supermercados.
Otro tipo de catálogos pueden tener menor frecuencia de publicación pero son igual de complejos en su constitución por la cantidad de productos y páginas y la descripción técnica publicada por cada producto.
La venta por catálogo también posee piezas complicadas de diagramar y su frecuencia suele ser mensual o bimensual con fotos de alta producción y nivel de detalle.
Otros retailers, como las cadenas de farmacias, también publican catálogos con gran cantidad de productos e información detallada de cada uno y diversas combinaciones de precios y promociones. Cuando hablamos de electrónica para el hogar se combinan precios con formas de pago e información detallada del modelo en cuestión.
Por otra parte los catálogos de moda, llamados «lookbooks» integran menos información de producto pero más producción de fotos para generar un clima que comunique en modo distinto a lo que lo hace un catálogo de ofertas semanales de productos masivos.
Todo catálogo posee un ecosistema
Más complejo o más simple, todo catálogo posee un ecosistema a su alrededor. Una serie de procedimientos que se repiten con cada edición del catálogo.
El ecosistema es directamente proporcional a la complejidad y extensión del catálogo a publicar. A más páginas, productos e información más elementos intervienen y requieren de un ecosistema más robusto y ágil.
Elementos principales del ecosistema
- Plantillas de diseño: Las páginas de todo catálogo posee un diseño estructurado y diversas versiones según sus secciones generalmente realizadas en Adobe InDesign. Toda plantilla posee elementos fijos o estáticos (en páginas maestras), una paleta de colores y las familiar tipográficas asociadas.
- Bibliotecas de elementos: La disposición de productos de diseño vertical u horizontal, productos agrupados, precios o promociones destacadas, mecánicas de descuentos, etc. se agrupan en grupos de elementos que se reúnen en una biblioteca para disponer de ellos en cualquier momento.
- Fotos de producto: La imagen o las imágenes de producto son elementos vitales en un catálogo. Nada reemplaza a una foto de calidad. Muchas veces se dispone de más de una por producto o se van rotando según la campaña, la estación del año, etc.
- Información estática: La información fija es aquella que no varía según la campaña y que permanece inalterable en el tiempo, mientras dure la vida útil del producto. El nombre, la descripción, la variedad (gustos, sabores, etc.), la unidad de medida o el contenido son elementos constantes en una u otra edición de nuestro catálogo.
- Información variable: Cada versión, edición o campaña de un catálogo está asociada a algunos elementos variables: precios, stock, descuentos, promociones, etc. que son únicas para ese momento. A diferencia de la información estática esta puede cambiar hasta último momento, minutos antes de publicarse el catálogo.
- Imágenes complementarias: En la gran mayoría de los catálogos la imagen del producto es la estrella, pero muchas veces se incluyen imágenes complementarias que generan un clima (un lookbook de moda es un claro ejemplo) o existe una producción fotográfica que ubica al producto en su entorno de consumo. También los isologos de las marcas son elementos complementarios que se incluyen en las páginas de un catálogo.
Repositorio de imágenes
Las imágene que nutren cada ejemplar de un catálogo provienen, generalmente, de un repositorio organizado, ya sea una simple computadora o servidor o sistemas más profesionales y eficientes como PIM (Product Information Management) o DAM (Digital Asset Management) que poseen -además de las fotos- metadata del producto (información fija).
Proceso de corrección online
El proceso de corrección, edición y aprobación de un catálogo puede incluir un número importante de personas según su extensión, complejidad, sectores involucrados y que se puede facilitar con sistemas de corrección en línea que permite un ida y vuelta ágil y que disminuye tiempos y errores.
Salida impresa y/o Publicación online
Luego del proceso de creación y corrección de un catálogo llega el momento de publicarlo, ya sea de forma impresa u online. La publicación online aporta gran valor a un catálogo de productos como son la animación, interactividad, integración con ecommerce y por su puesto la analítica web asociada, para medir el resultado de nuestro trabajo.
Recursos de marketing digital asociados
Existen diversos recursos de marketing digital que se pueden asociar a un catálogo online para potenciar su rendimiento o para medir su funcionamiento o analizar el comportamiento de aquellos que visitan sus páginas.
Podemos citar algunos casos. Las campañas de publicidad digital que dirigen tráfico a nuestro catálogo, los newsletter derivan visitantes suscriptos previamente o las pruebas A/B que ofrecen diversas versiones del catálogo y mantienen online la versión más exitosas (según conversiones, páginas vistas, ventas, etc,). También podemos analizar el comportamiento a través de mapas de calor o grabaciones de la navegación de un usuario para saber que hacen en cada página.
En próximos artículos iré profundizando sobre las temáticas enumeradas en este artículo. ¿Cómo es el ecosistema actual de tu catálogo?